
"Las campanas de mi pueblo,
tocando están por un muerto,
tienen razón, ya no existo
porque no estoy en tu pecho"
Copla de Herencia Lírica Mexicana
Cada vez se acerca más el Día de los Muertos. Anoche llovió fuerte sin ser época de lluvias, por eso alguien dijo que "lloraron los muertitos"; tal vez ven algo en la Tierra que los hace llorar. Mi ofrenda a mis queridos difuntos está casi lista, y sé que sus espíritus vendrán a visitarme. Los guiarán las luces de las veladoras y el olor del copal que se desprenda del brasero encendido. Se alimentarán del aroma de las ofrendas. A mi mamá, su pan de muerto; y a mi papá, su café turco.
Hoy cómo ningún otro año me gustaría vestirme de Catrina. Un vestido largo y negro, el sombrero negro de ala ancha y elegante, con flores secas o marchitas, y un velo del mismo color que me tape la cara. Mi cara pintada de blanco, con los ojos sombreados como cuencas de calavera: la boca oscura, apenas delineada. Saldría a la calle al anochecer sin que nadie me reconociera, sola como la Catrina, y tan muerta como ella. Cantaría en voz muy baja:"...tienen razón, ya no existo porque no estoy en tu pecho". Y sucede que no estoy en el pecho de nadie, tal como lo expresa la canción. Entonces estoy muerta, y si a las feministas les incomoda mi postura romántica ante la vida, es algo que no me importa. He deseado con todo mi corazón sentirme amada, pues es para mi tan necesario como el aire que respiro.
Caminaría muy erguida por las calles vestida como Catrina hoy, mañana y pasado mañana. Así, por fin dejaría de sentir: privilegio de los muertos. Caminaría acompañada por mi nostalgia eterna, por la añoranza de un beso amoroso acompañado de un abrazo ardiente.
Siempre escucharé mis poemas o canciones de amor favoritas, y sentiré imaginativamente que me las dedica alguien amado:
"Lo que conoces es tan poco
lo que conoces de mí
lo que conoces son mis nubes
son mis silencios son mis gestos
lo que conoces
es la tristeza de mi casa vista de afuera
son los postigos de mi tristeza
el llamador de mi tristeza..."
Mario Benedetti
Mi imaginación defiende mis carencias. No tengo un amante, y mis enamorados son tan sólo el viento, el frío y mi soledad.
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