domingo, 3 de octubre de 2010
AZOGUE
El viernes despidieron de mi trabajo a veinte personas. ¿Quién sigue? Coincidentemente desde ese día siento un viento frío que precede al invierno. Saco del closet una cobija más y una chamarra. Siento que el tiempo es para mí tan espeso como una gota de azogue; su color plateado invita a contemplar sus reflejos multicolores sobre su superficie cóncava y temblorosa. Algo está detenido en esa gota imaginaria que miro hoy, al anochecer.
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