
Nunca pensé que este espacio fuera tan mío, como para sentirme segura y acompañada. Cada letra que escribo sale de mi interior con suavidad y se queda, plasmada en este monitor, que tal vez me mira. Es un tónico excelente para sentir que estoy aquí, que aún no me he ido... Que por hoy permanezco y dialogo conmigo, sin estar loca. Quisiera estar rodeada de árboles con hojas abundantes en distintos tonos de verde, y que sus colores se proyectaran dentro, muy dentro de mis ojos. También desearía no usar lentes oscuros, que es un buen recurso para llorar sin que nadie se dé cuenta. Es algo que pocos saben: la verdadera utilidad de los lentes negros es que las personas de los alrededores no notan las lágrimas de quien los usa. Desconocen que alguien (tal vez) llora mientras se dirige al trabajo, o a cualquier otro lugar. Ni siquiera hay que secarlas, pues el aire ayuda a que se evaporen. Hoy siento nostalgia, tal vez porque el día amaneció nublado.






