
Hoy ha estado nublado desde el amanecer, y yo estoy tranquila en mi mundo. En paz con el día (que será largo, pero mío). Sin esperar nada, salvo lo que yo construya de aquí en adelante. Desde la ventana pareciera que hay niebla, como en Londres, que casi flotaba. ¿Nostalgia de esas épocas tal vez? Sí, de sus jardines como el de Kew, que cuando cierro los ojos aún puedo repasar todos sus paisajes.
Es una maravilla poder leer tus letras, y me recuerdas algo de la lluvia, que dice:
ResponderEliminarLluvia
Llueve otra vez. Llueve de nuevo. Llueve:
siempre el amor me llega con la lluvia.
Sobre la calle una llovizna breve
y aquí en mi corazón, cómo diluvia....
Llueve y el agua cae sin relieve
sobre las piedras, ávidas de lluvia.
Aquí en mi corazón, cómo remueve;
aquí en mi corazón, cómo diluvia.
Siempre el amor me llega así, sin ruido,
con silencioso paso estremecido:
niebla menuda que después diluvia.
Siempre el amor me llega así, callado,
con silencioso andar desesperado.....
Y no sé dónde está el Amor. Y está la lluvia.
Gracias, Paco, por poner aquí ese poema. A veces pasa: la lluvia tiene más presencia y el amor anda quiensabe en dónde...
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